Generar impactos en las condiciones climáticas no es solo una cuestión de políticas de estado. También es factible a partir de la conciencia que nos permite incorporar pequeños hábitos y que, multiplicados en las comunidades que habitamos, pueden contribuir activamente en la reducción de las condiciones que afectan el curso de la naturaleza en su autorregulación.
El efecto invernadero es un fenómeno natural producido por la contención que los gases contenidos en la atmósfera hacen con la energía que la tierra emite a partir del calentamiento producto de la radiación del sol. Estos gases son el vapor de agua, el dióxido de carbono, el metano y el óxido de nitrógeno, entre los más importantes. Cuando hay un incremento de alguno de manera desmedida, se genera un desequilibrio atmosférico, que eleva dicho efecto invernadero, y que se traduce como un aumento en la temperatura promedio del planeta. A esto se lo conoce como «calentamiento global». La desglaciación, la aparición de más enfermedades de tipo respiratorio y/o cardiovascular, los cambios en la composición de la flora y en la fauna, el movimiento migratorio de animales de sus hábitats, etc.
Si bien el panorama parece poco alentador, algunos países ya aplican políticas de preservación ecosistémica, y organismos no gubernamentales trabajan arduamente en la concientización, y en prácticas sustentables, que toman como base la optimización de los recursos naturales. Mientras tanto, para hacernos responsables como sociedad y comenzar a tomar acción, traemos algunos hábitos que podemos comenzar a ejercitar, ya que están al alcance de nuestras posibilidades:
- Reducir el consumo de energía: apagar luces que no usamos. Desconectar cargadores y electrodomésticos que no estamos utilizando. Usar bombillas de luz LED de bajo consumo.
- Reducir consumo de agua: Tomar duchas más cortas. Durante el baño, cerrar el grifo mientras nos untamos el cuerpo o el cabello con jabón o champú. Reparar las fugas de agua.
- Reducir el uso de plásticos de un solo uso: Utilizar bolsas de tela y botellas reutilizables.
- Reducir el uso de combustibles fósiles: Tomar transporte público, caminar, o desplazarse en bicicleta o en automóvil eléctrico o híbrido.
- Promover el consumo de productos locales: al comprar alimentos y otros productos locales, alentamos la reducción de energía necesaria para su transporte.
- Reducir el consumo de carne: la producción de carne es una de las principales causas de emisiones de gases de efecto invernadero.
- Plantar árboles: para favorecer la absorción de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero. En Apex tenemos un evento de plantación cada año, ¡te esperamos!
- Reciclar: papel, cartón, vidrio, plástico, participar en las actividades de recolección que algunas organizaciones promueven.
- Reducir el consumo de papel: y alentar el uso de papel reciclado.
- Apoyar las organizaciones que llevan a cabo una lucha contra el cambio climático: a través de donación de dinero y/o tiempo. Incluso, a través de la propagación en redes sociales de sus acciones y propósitos.
¿Cuáles de estas prácticas ya estás llevando a cabo? ¿Cuál te pareció ideal para comenzar a hacer?
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