Lo que nos dicen suele tener un impacto significativo en nosotros, pero lo que nos decimos es nuestra última palabra.
La psicóloga Cortney Warren, egresada de la Universidad de Harvard, autora del libro Letting go of your Ex (Dejar ir a tu Ex), comparte algunas sentencias que, convertidas en frases de cabecera, constituyen una importante fuente de intervención lingüística que podemos utilizar como recurso para hacer frente a las circunstancias:
- «Voy a trabajar en esto»: esta expresión habilita una actitud orientada a la acción, especialmente cuando está precedida de una observación «negativa», y ayuda a la construcción de una consistente confianza en uno/a mismo/a.
- «¡Voy a intentarlo!»: esta frase habilita una postura optimista y habilitadora, especialmente frente a las situaciones más desafiantes, entendiéndolas como oportunidades de aprendizaje.
- «Lo pienso y te respondo»: antes de responder «no», nos damos tiempo para dejar de lado una respuesta teñida de emociones, y elaborar y comunicar un argumento sólido y confortable.
- «No me siento cómodo/a con esto»: en lugar de tolerar situaciones que implican malestar, buscar el momento y las palabras para expresarlo de manera clara y en gestión de nuestras emociones.
- «Esto es importante para mí»: si alguien muestra intenciones de alterar valores personales, es importante mostrarse firme en lo que uno/a piensa. Esto nos posiciona con firmeza y confianza en lo que es significativo para nosotros/as y en lo que creemos.
El lenguaje construye realidades. Convertir estas frases en un hábito discursivo nos pone en un lugar de protagonismo en el diseño de la manera en que queremos transitar nuestras vidas y sus circunstancias. ¿Cuál es la frase que más te identifica? ¿Para qué te serviría?
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