El estoicismo: una filosofía para la búsqueda del bienestar

Posiblemente hayas escuchado con cierta frecuencia acerca de esta filosofía en los últimos tiempos. Y es que hay un movimiento tendiente a rescatar algunos preceptos de esta antigua corriente filosófica originada en Atenas y que tuvo su auge de popularidad en Roma. Séneca, Epicteto y Marco Aurelio son algunos de sus célebres representantes. ¿Por qué está nuevamente en boga? Quizás simplemente porque en estos tiempos que corren, algunos de sus pensamientos constituyen una herramienta interesante a explorar, con el propósito de vivir un poco mejor.

La doctrina del estoicismo se basa en tres pilares fundamentales, que desarrollan, cada uno, aspectos importantes de aquello que nos abre posibilidades y todo eso que nos la cierran:

El vínculo con el control: Los estoicos señalaban que no podemos controlar lo que pasa a nuestro alrededor (cómo actúan o piensan las otras personas, el pasado, el futuro, el amor, el dolor, la muerte, el clima…) aunque sí podemos definir lo que pensamos sobre esos eventos. La frustración y la ineficacia surgen de la imposibilidad de cambiar lo que está fuera de nuestro alcance, por lo que, al enfocarnos en lo que interpretamos de esos hechos, podemos dar lugar a emociones más habilitantes, como la aceptación, la paz, y una orientación a la resolución, ya que podemos pararnos desde una perspectiva de lo que sí podemos solucionar, modificar, transformar.

El desarrollo de un buen carácter y virtudes: nuevamente, los estoicos argumentaban que había cuatro virtudes esenciales a cultivar. Con sabiduría (buen juicio, curiosidad por aprender), coraje (determinación para tomar decisiones), moderación (una auto gestión emocional) y sentido de justicia (equidad, bondad, compasión) se puede adquirir una nueva manera de interpretar los acontecimientos, ya que ellos no tienen el poder de generarnos emociones, sino que éstas se producen a partir de la lectura que hacemos de esos hechos.

Prestar atención plena: Si bien es imposible no evocar el pasado ni pensar en el futuro, los estoicos promovían la meditación como una efectiva manera de estar mayormente presentes. Desde esa conciencia, es más factible la intervención activa sobre los pensamientos, sobre las interpretaciones, y la generación de emociones que resulten más propicias para vivir de una manera más «liviana», más centrada, y con mayor plenitud.

¿Con qué estás de acuerdo en relación a estos pilares? ¿Crees que practicas alguno o algunos? ¿Nos dejas comentarios?

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